Transcribo resumido un pequeño episodio que se narra en el libro, que conviene aclarar que no es de ficción. El autor, Vincent Teresa, fue realmente un mafioso que rompió la ley del silencio y contó muchas de sus vivencias en este libro. Me pareció interesante en su día y hoy, hojeando, me lo he vuelto a encontrar:

"[...] Una noche, este tipo viene a verme al Ebbtide. Está empeñado hasta la camisa con los usureros, y va pagando sus deudas organizando robos en el lugar donde trabaja, el almacén de la Gillette Safety Razor Company de Boston. Un hecho desconocido para la mayoría de la gente decente es que las hojas de afeitar son un gran negocio para la Mafia. Con ellas ganamos millones. Las robamos a millares y las vendemos en droguerías, supermercados y otras tiendas de todo el país. Nadie hace preguntas cuando las vendes en cantidad y con un gran descuento. Los tenderos no quieren saber nada, sólo quieren una ganga como todo el mundo. [...]
Todas las semanas, y a veces más de una vez por semana, este tipo apartaba diez o doce cajas de hojas de afeitar para que nosotros nos las llevásemos con un camión. Subíamos a la plataforma, cargábamos el camión como si se tratase de un pedido, y nos largábamos. [...]
Una noche, el hombre del diez por ciento me fue a ver al Ebbtide y me dijo que no podría robar más durante una temporada. Cuanto le pregunté por qué, me explicó que la Gillette estaba cambiando el tipo de hoja, y que pasarían semanas antes de que tuvieran en existencia la suficiente cantidad de hojas nuevas para que los robos no se notasen. Pregunté a aquel tipo qué habían hecho de las existencias de hojas viejas que quedaban en el almacén. Repuso que las habían enviado a una empresa de recogida de basuras del puerto de Boston para que las echasen al mar desde una barcaza. Eran por lo menos dos camiones llenos de hojas.
Pensé que la Gillette debería hacerse examinar la cabeza por tirar así la mercancía. Lo que quiero decir es que yo tenía mercado para todas aquellas hojas. Pregunté el nombre de la empresa y al dia siguiente fui a ver al propietario. Ya habían cargado las cajas en la barcaza.
-¿Qué va usted a hacer con esas hojas? -inquirí.
Él se encongió de hombros.
-Nos han pagado para que las echemos al mar -dijo.
Después de discutir la situación, hicimos un trato. Le garanticé que la Gillette no sabría nunca de lo sucedido. La Gillette le pagaría por tirarlas y nosotros le daríamos medio centavo por hoja. Había millones de hojas. [...] Metimos las hojas en paquetes nuevos y las enviamos a Filadelfia. [...]
Esa compañía debió de pasarlo muy mal en Filadelfia. Sus vendedores debieron de romperse la cabeza tratando de averiguar por qué todas las tiendas tenían tantas existencias de hojas viejas para vender a precio rebajado cuando las hojas nuevas salieron al mercado."

Extraído de pp. 165-167 de la 2ª ed. de Ed. Bruguera de Mi vida en la mafia, de Vincent Teresa y Thomas C. Renner, 1974.

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Molon labe

Muy interesante. Gracias por compartir. Me apunto el título y cuando acabe un par de libros que tengo empezados lo busco y le doy un repaso porque parece interesante.

Tirarlas al mar ???
Me extraña que no las vendieran al peso como chatarra.

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Mundo viejunooo !!!!

Interesante!!!! Grácias por el aporte.

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HAVE A SHARP DAY!!!

Un saludo
JOHNY

Muy buena historia
Gracias por compartir

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Dame seis horas para cortar un árbol y pasaré cuatro afilando el hacha. Abraham Lincoln

¡¡¡Dos camiones de hojas!!! Con eso se afeita toda Filadelfia durante meses y meses.....puede que un año incluso.

Creo que no se sigue reeditando, pero se encuentran de segunda mano a buen precio a poco que se busque. En su día lo devoré, y me apunté una frase que me gustó y que resumía bien el espíritu del libro: "En una carrera de caballos podía haber tres amaños diferentes para tres caballos diferentes por encargo de tres mafiosos diferentes". Si le hincas el diente, seguro que te entretendrá

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Molon labe

Muy interesante si señor. Gracias por compartirlo caballero

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La Paz que transmite el ritual del Afeitado Clásico es más importante que el apurado.

Muy interesante, todavía el robo de hojas de afeitar interesa mucha gente pero no a gran escala. Con el precio de venta de las multi hojas hay gente que se dedica a robarlas en los supermercados para re-venderlas, no hay mucho riesgo porque cuando los pillan no pierden tiempo a poner una denuncia

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Cuando ves un mosquito aterrizar sobre tus huevos entenderás que nada se resuelve con la violencia

Muchas gracias por tu aporte, entretenido e instructivo.

Buen tema e historia. Instructivo y buen recuerdo! Se agradece!

[quote="El Bretón Andaluz"]Muy interesante, todavía el robo de hojas de afeitar interesa mucha gente pero no a gran escala. Con el precio de venta de las multi hojas hay gente que se dedica a robarlas en los supermercados para re-venderlas, no hay mucho riesgo porque cuando los pillan no pierden tiempo a poner una denuncia[/

Creo haberlas visto, cartuchos, en algún lado con plástico antirrobo, a sacar en cajas, con botón/pin, el algún lado, no puedo recordar.
Deben ser fáciles de sustraer y por precio, alto, tal vez objetivo hurto.
Pensaba mayoría estos artículos protegidos con alguna alarma.

Noto que habìas mirado si las podías robar facilmente

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Cuando ves un mosquito aterrizar sobre tus huevos entenderás que nada se resuelve con la violencia

Me alegro mucho de que resulte interesante Omití bastante texto, pero añado un poco más para dar una idea de los márgenes del negocio y de por qué no se desechaban como chatarra y era preferible para los intereses de Gillette hacerlas desaparecer directamente. Cuando roban con el camión en el almacén diez o doce cajas cada vez, dice:
"Cada caja contenía miles de hojas de afeitar. En cada paquete había diez, y los paquetes se vendían en las droguerías y supermercados a un dólar noventa y cinco centavos. Estas tiendas debían de ganar treinta o cuarenta centavos por paquete. Nosotros se lo vendíamos a cincuenta centavos, así que podían ganar un dólar cuarenta centavos, si querían. Teníamos una lista fija de droguerías que nos compraban todas las hojas de afeitar que podíamos robar"
Después, cuando compra al propierario de la empresa de recogida de basuras los dos camiones a medio centavo por hoja, dice que "las vendimos a dos centavos y medio. Sólo mi parte de los dos camiones ascendió a veinte de los grandes, e intervinieron por lo menos tres tipos más que ganaron casi tanto como yo". En este caso puede chirriar que obtenga una quinta parte de beneficio por cada hoja en comparación con los primeros robos, pero si con aquellos robos tenían unos clientes fijos, en el caso de los dos camiones dice que vendieron la mercancía a través de Jack Mace, "el mayor comprador de objetos robados de Nueva York", de manera que sacrificaron beneficio a cambio de librarse de la distribución a los clientes finales y supongo que habría unos cuantos intermediarios de por medio.
Edito: no ganaban una quinta parte en el robo a gran escala en comparación con las otras veces, es lo que tiene echar cuentas a esas horas

Aquí la entrada en Wikipedia sobre este hombre: https://es.wikipedia.org/wiki/Vincent_Teresa

Saludos

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Molon labe

Grácias de nuevo por ésta interesante aportación.

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HAVE A SHARP DAY!!!

Un saludo
JOHNY

Gracias por compartir compañero,una historia interesante .

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He aprendido tanto de mis errores que estoy pensando en cometer unos pocos mas.