Un miembro del foro francés que vive en Japón me mandó un mail a final de diciembre
Diciéndome que me había enviado una navaja japonesa como regalo porque decía que hace tiempo que no presentaba una restauración. Recibí el regalo a mitad de enero, es un típico 13/16 punta recta pero la hoja está contaminada por la podredumbre del celuloide como se nota en la foto
Esta vez no tomé ninguna precaución para quitar las cachas que fueron directamente a la basura.
No sé si se ha hablado en el foro de lo que los ingleses llaman el “Celluloid Rot” (pudrición del celuloide). La cachas antiguas de celuloide, la mayoría imitando el carey acaban por degradarse y emiten un gas tóxico muy peligroso que ataca el acero, y contamina las otras hojas que están cerca.
Empecé con una pulverización de WD-40 dejando el aceite actuar antes de frotar con lana de acero 000 y abrasivo en las zonas donde la oxidación es más gruesa.
Ahora se ve la marca Homuran con un jugador de beisbol como logo. Me acuerdo que Jigoro Kano el creador del Judo fue presidente de la federación japonesa de béisbol que es el deporte el más popular en Japón.
Tenía miedo que el filo sea oxidado, pero tuve que rectificarlo sólo ligeramente para eliminar las micro mellas debidas a la pudrición de celuloide antes de volver a crear un bisel y a afilar la hoja.
Una vez terminado el trabajo sobre la hoja he fabricado unas cachas en “galucha” (no sé cómo se llama la piel de raya en español), el con esta piel que se cubre la Tsuka (el mango) de las katanas para tener un buen agarre. He pensado que sería una buena opción para una navaja japonesa.
Fotos de la navaja terminada
El otro lado
Tradición japonesa, mi bonsái de olivo que compré en 1995 como pre-bonsái.
Detalles
La parte la más complicada fue el separador, normalmente que sea en hueso, cuerno o madera lijo y pulo una vez pegado el separador para igualar las distintas partes pero con la piel de raya es imposible porque esta tintada y no puedo lijar los granos que son muy duros.
Más adelante pienso igualar con varias capas de cyano y pintar en negro con un pincel fino.
Me queda una piel de raya para hacer un estuche.
Última foto en este magnífico día de febrero en Andalucía