Lástima no poder ilustrar el de esta mañana con una foto, pero la verdad que la barbería del barrio tampoco es especialmente fotogénica.
En las manos de ¿Mohamed? (después de los años sigo sin saber cómo se llama: 'hola amigo, que tal') una shavette de carril de media hoja con "elios" es lo más suave que me ha pasado nunca por la cara. Hoy, además, le he dicho de parte de mi mujer que me dejara guapo.
Me ha mirado con cara de milagritos en Lourdes, o algo así, no sé si Ala hace milagros. 4 leuros de afeitado no dan para tanto.
Dos guisantes de Fa Palmolive (olor limones del Caribe en una crema verde pistacho), con una brocha de caballo rubio de toda la vida, y después de las dos pasadas canónicas con sendos enjabonados, me ha puesto unas perlas de crema nívea (lata azul de toa la via) para los retoques en quijada y barbilla. Un CDB perfecto. Hoy estaba espléndido o las palabras de mi mujer le han tocado el corazón porque sin tener que pedírselo (o servirme yo mismo) me ha dado un profuso masaje con Agua Brava (en lugar del Kinesia Artic que pulula por allí).
No sé cómo lo hace pero tengo la cara para enmarcarla. Un 10 rotundo en apurado, suavidad y post.
Y mi mujer absolutamente encantada con el resultado que es lo mejor